¿Cómo abonar las habas?
Un fertilizante conveniente para suelos medios es una mezcla de 30 kilos de superfosfato y 150 kilos de potasio por hectárea. Este abono se va a dar al menos quince o veinte días antes de la siembra y se va a aplicar bien a mano de obra.
CÓMO PROMOVER UNA ETAPA
HABAS
Las habas forman parte a la clase Vicia faba, la familia Vicia le faba L. tribu de Viceas, entre las plantas cultivadas por el hombre desde la antigüedad. Las habas se cultivan primordialmente por sus granos o semillas, tal como por sus agradables vainas, que son muy apreciadas para la nutrición humana y animal. Las semillas poseen un altísimo porcentaje de proteínas (cerca del 23 por cien), lo que las transforma en un pienso de increíble valor nutritivo para el ganado, tal como en un alimento de primer orden para el hombre. Sus vainas o legumbres, verdes y agradables, son muy agradables y además de esto poseen una aceptable proporción de principios saludables (en torno a un 7% de proteínas, un 0,5% de grasas y un 9% de hidratos de carbono), y son muy simples de digerir. Con la semilla asimismo se consigue harina de enorme valor nutritivo, al servicio de la nutrición humana, para ser transformada en purés o aun mezclada con trigo, en pequeña proporción, se puede transformar en pan.
Las habas son plantas cada un año, con un sistema radicular bien creado, fuertes tallos tetragonales que tienen la posibilidad de lograr hasta 1,5 metros de altura. El encontronazo de estas anguilas tiende a ser con limite y el número de estas es dependiente del caudal de la planta. Las hojas son compuestas, paripinnadas, con 2-4 pares de folíolos y sin zarcillos; Son de color verde, levemente grisáceos y están proveídos de nectarios. Inflorescencias agrupadas en racimos axilares con un número variable de flores blancas, con máculas oscuras en las alas y rayas cobrizos en la bandera. Los frutos tienden a ser leguminosos y su número cambia de uno a 4 por nudo, disponiéndose de manera muy diversa según la pluralidad, desde erguidos hasta colgantes; Son de color verde profundo en el momento en que no están maduros y se vuelven negros en el momento en que están maduros. Estas vainas están tapizadas internamente con un característico tejido aterciopelado. El número de semillas por vaina es muy variable, pero tiene un promedio de cinco a ocho. Las semillas son enormes, aproximadamente aplanadas y de manera ovalada. La longitud máxima puede lograr hasta 4 centímetros en varias variedades de jardín y menos de uno en habichuelas. Son de color amarillo rosado en el momento en que están recién recogidas y con el pasar de los años toman tonos cobrizos. Desde un criterio agrícola, solo atraen 2 géneros de botánica: la pluralidad menor y el tipo mayor. El primero incluye las habichuelas, que son las habituales alubias secas. La mayor pluralidad incluye todas y cada una nuestras alubias de regadío, internacionalmente reconocidas por su inusual calidad. En este estudio solo debemos tratar con las variedades comerciales de frijoles de jardín.
CHARLAS, SIEMBRA Y CUIDADOS: PLAGAS Y ENFERMEDADES MÁS COMUNES
Si hay algo que caracteriza al cultivo de habas es que es idóneo para alguien que comienza en el jardín. Solamente muestra adversidades en su cultivo y no muestra plagas o anomalías de la salud de habas muy importantes.
Habas y pulgón
Las habas son plantas resistentes a prácticamente todas las patologías. No obstante, los pulgones sienten una enorme debilidad por ellos. No es extraño hallarlos cerca de los brotes tiernos de la planta. En verdad, es bien difícil conseguir frijoles sin ellos.
Si te has resuelto a cultivar habas para abono verde me olvidaría completamente de ellas. En verdad, tras los frijoles, los pulgones se concentrarán allí, dejando el resto de tus plantas distendidas. Esto tiene por nombre una cosecha de sacrificio.
Requisitos básicos para el cultivo de habas
Insolación: Sol Directo. Toman sombra.
Heladas: Fuerte a heladas de -3ºC. Ciertas habas son increíblemente resistentes, como las variedades Carmen o Aguadulce. No obstante, ciertas variedades se establecen a fines de verano y se recogen temprano, como la Luna de Agosto o la Haba Morada Gitana. A 0ºC pierden su flor, con lo que si tienes un invernadero puede ser una alternativa plantar allí las judías. Otra alternativa es resguardarlos de las heladas con una manta térmica.