10 Ejemplos de Diálogos

¿De que se trata un dialogo?

Un dialogo hace referencia a un intercambio de información entre un recepto (quien recibe el mensaje) y un emisor (quien envía el mensaje). Este intercambio de información se puede hacer o bien por vía oral o escrita. Mediante este intercambio de información, los involucrados pueden cambiar los roles sin ningún inconveniente. La palabra diálogo proviene del latín dialogus, que a su vez proviene del griego dialogogos (dia-: "a través de", y logos: "palabra"), que literalmente significa "a través de la palabra". Esto nos ha enseñado la importancia del diálogo en la historia humana como herramienta para el entendimiento mutuo, muchas veces como sustituto de la violencia. Asimismo, el diálogo es parte del recurso literario que tiene una obra, mostrándonos dos o más personajes, o haciéndonos saber parte de la información que intercambian, como si fuéramos sus testigos. Como tales, se pueden encontrar en la mayoría de las expresiones del arte narrativo.

¿Cuáles son los tipos de dialogo?

La clasificación de las conversaciones es complicada porque depende del contexto en el que ocurren. En principio, podemos distinguir entre diálogo oral y escrito. Las primeras se producen por el uso del sonido y son efímeras, es decir, pertenecen al momento en que se producen. En lo que a ellos respecta, los segundos pasan por escrituras y permanecen más tiempo porque se pueden leer una y otra vez. La segunda distinción consiste en separar el diálogo literario (diálogo que aparece en una obra de arte) y el diálogo no literario (el resto), que incluye las siguientes clasificaciones:

  • Dialogo literario: son los que se consiguen en relatos, cuentos, novelas, guiones de películas y obra teatrales, que pueden ser:

Dialogo interno: son los que ocurren a lo interno del personaje, bien puede ser su pensamiento o producto de su imaginación. Dialogo externo: son los que se comparten entre dos o más personas y son elementales para el desarrollo de la obra.

  • Dialogo no literario: son aquellos que van externo a una finalidad poética o artística. Se trata más de situaciones cotidianas, del día a día. En este sentido, se pueden clasificar en:

Diálogo formal: se trata de ese tipo de dialogo que se emplea para reuniones formales, entrevistas, conferencias, entre otros. Tienen como característica el protocolo y el respeto entre las partes. Dialogo informal: son el tipo de diálogos que se dan de forma personal, donde la confianza se puede expresar con toda calma y tranquila, tomando incluso, al momento de conversar palabras provenientes del argot coloquial.

Ejemplos de diálogos

  1. Con cliente

- Camarero: Buenas tardes señorita. ¿Hay algo que pueda hacer por usted? - Cliente: Buenas tardes, me puede decir que es una hamburguesa normal? - Camarero: 200g de carne, cheddar, bacon, tomate en rodajas y salsa por supuesto. – Cliente: Muy bien. Yo quiero uno, con un vaso de refresco. - Camarero: Muy bien. ¿Quieres un postre? - Cliente: Todavía no lo sé. Te avisaré cuando traigas las hamburguesas. - Camarero: Está bien. Te mando el pedido enseguida. - Cliente: Muchas gracias.

  1. conversación amistosa

– Juan: Hola, Maria, ¿cómo estás? – Maria: ¡Muy bien! ¿Estás bien? - Juan: Todo está bien. No te he visto en mucho tiempo. – María: Sí, estuve de viaje, conocí varios países asiáticos el año pasado. – Juan: ¡Suena interesante! ¿Trajiste recuerdos? – María: Sí, traigo un llavero de todos los países que he visitado.

  1. Dialogo cortés

-Buenas tardes, joven. -Buenas tardes. Estoy en busca de un libro de edición limitada. -Puedes indicarme el tema por favor, para buscarlo en el sistema. -Si, claro, se llama: En búsqueda de la joya perdida. -Dame un momento por favor y ya te doy la información. -Perfecto, ya lo encontré en el sistema. Ve al pasillo 4, sección B. -Muchas gracias, es usted muy amable. -Siempre a su orden, para servirle, que tenga una buena tarde.

  1. Dialogo personal

-Epale José que más? -Todo bien Pedro y tú que más? -Todo bien. ¿Mira a qué hora es el partido hoy? -Creo que es a las 4pm -Ah fino, donde lo vamos a ver? -Juan me dijo que fuéramos a su casa. -Ah ok. Bueno nos vemos allá entonces. -Pero no tengo como ir José. Necesito que me lleves. -Dale ps si va. Paso por ti a las 3pm. -Si va. Te espero.

  1. Dialogo formal

– Alumno: Profesora, ¿Será que tiene un momento para hablar con usted? – Profesora: Dígame estudiante, ¿qué necesita? – Alumno: Estoy teniendo muchos problemas para entender los algoritmos, lo que explicó la clase pasada de matemáticas. – Profesora: Eso es probablemente porque te distraes en clases. El tema es bastante complejo y requiere de mucha atención. Siéntate, repasaremos juntos porque debes prepararte para el examen. – Alumno: Muchas gracias, profesora.

  1. Macbeth, de William Shakespeare

LADY MACBETH: ¿Ha salido Banquo de palacio? SIRVIENTE: Si, mi señora, pero regresará esta noche. LADY MACBETH: Di al rey que solicito su permiso para hablarle brevemente. SIRVIENTE: Sí, mi señora. (Sale.) LADY MACBETH: Nada se tiene, todo está perdido cuando nuestro deseo se colma sin placer. Es mejor ser lo que nosotros destruimos, que al destruirlo no vivir sino un goce dudoso.

  1. “El hombre del labio retorcido”, de Arthur Conan Doyle

—Perdonen que venga tan tarde —empezó a decir; y entonces, perdiendo de repente el dominio de sí misma, se abalanzó corriendo sobre mi esposa, le echó los brazos al cuello y rompió a llorar sobre su hombro—. ¡Ay, tengo un problema tan grande! —sollozó—. ¡Necesito tanto que alguien me ayude! —¡Pero si es Kate Whitney! —dijo mi esposa, alzándole el velo—. ¡Qué susto me has dado, Kate! Cuando entraste no tenía ni idea de quién eras. —No sabía qué hacer, así que me vine derecho a verte. —Lo mismo de siempre. Las personas en dificultades acudían a mi mujer como los pájaros a la luz de un faro. —Has sido muy amable viniendo. Ahora tómate un poco de vino con agua, siéntate cómodamente y cuéntanoslo todo. ¿O prefieres que mande a James a la cama? —Oh, no, no. Necesito también el consejo y la ayuda del doctor. Se trata de Isa. No ha vuelto a casa en dos días. ¡Estoy tan preocupada por él!

  1. Fracción del cuento infantil “Tío tigre y tío conejo”

Una calurosa mañana, se encontraba Tío Conejo recolectando zanahorias para el almuerzo. De repente, escuchó un rugido aterrador: ¡era Tío Tigre! —¡Ajá, Tío Conejo! —dijo el felino—. No tienes escapatoria, pronto te convertirás en un delicioso bocadillo. En ese instante, Tío Conejo notó unas piedras muy grandes en lo alto de la colina e ideó un plan —Puede que yo sea un delicioso bocadillo, pero estoy muy flaquito —dijo Tío Conejo—. Mira hacia la cima de la colina, ahí tengo mis vacas y te puedo traer una. ¿Por qué conformarte con un pequeño bocadillo, cuando puedes darte un gran banquete? Como Tío Tigre se encontraba de cara al sol, no podía ver con claridad y aceptó la propuesta. Entonces le permitió a Tío Conejo ir colina arriba mientras él esperaba abajo. Al llegar a la cima de la colina, Tío Conejo gritó: —Abre bien los brazos Tío Tigre, estoy arreando la vaca más gordita. Entonces, Tío Conejo se acercó a la piedra más grande y la empujó con todas sus fuerzas. La piedra rodó rápidamente.

  1. Fracción del diálogo del cuento “Caperucita Roja”

—Hola niñita, ¿hacia dónde te diriges en este maravilloso día? —preguntó el lobo. Caperucita Roja recordó que su mamá le había advertido no hablar con extraños, pero el lobo lucía muy elegante, además era muy amigable y educado. —Voy a la casa de abuelita, señor lobo —respondió la niña—. Ella se encuentra enferma y voy a llevarle estas galleticas para animarla un poco. —¡Qué buena niña eres! —exclamó el lobo. —¿Qué tan lejos tienes que ir? —¡Oh! Debo llegar hasta el final del camino, ahí vive abuelita—dijo Caperucita con una sonrisa. —Te deseo un muy feliz día mi niña —respondió el lobo.

  1. Fragmento de la novela Romeo y Julieta

JULIETA.-  ¡Ay de mí! ROMEO.-  ¡Habla! -¡Oh! ¡Prosigue hablando, ángel resplandeciente! Pues al alzar, para verte, la mirada356, tan radiosa me apareces, como un celeste y alado mensajero a la atónita vista de los mortales, que, con ojos elevados al Cielo, se inclinan hacia atrás para contemplarme, cuando a trechos franquea el curso de las perezosas nubes y boga en el seno del ambiente. JULIETA.-  ¡Oh, Romeo, Romeo! ¿Por qué eres Romeo? Renuncia a tu padre, abjura tu nombre; o, si no quieres esto, jura solamente amarme y ceso de ser una Capuleto. ROMEO.-   (aparte.)¿Debo oír más o contestar a lo dicho? JULIETA.-  Sólo tu nombre es mi enemigo. [Tú eres tú propio, no un Montagüe pues.]¿Un Montagüe? ¿Qué es esto? Ni es piano, ni pie, ni brazo, ni rostro, ni otro [algún varonil] componente. [¡Oh! ¡Sé otro nombre cualquiera! ¿Qué hay en un nombre? Eso que llamamos rosa, lo mismo perfumaría con otra designación. Del mismo modo, Romeo, aunque no se llamase Romeo, conservaría, al perder este nombre, las caras perfecciones que tiene. -Mi bien, abandona este nombre, que no forma parte de ti mismo y toma todo lo mío en cambio de él.

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